Y de esto se trata, de siempre ir haciendo algo, aunque no teníamos un peso, pero le comenzamos a comprar plantas para todo el alrededor del terreno. Al comienzo tuvimos muchos problemas con las hormigas, crecían un poco y luego aparecían peladas, era increíble.
Hasta que un día mi sabio abuelo me recomendó unos sebos que se le ponían por el camino de las hormigas y directamente en sus agujeros. En unos días ya desaparecieron todas.
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